P: En primer lugar, hay cierta confusión con tu profesión. ¿Podrías decirnos qué es concretamente un entrenador personal?
R: El entrenador personal es un profesional de la actividad física y la salud cuya función es capitanear el “proceso de cambio integral de la persona” planificando aspectos tan diversos como el entrenamiento, la nutrición o las estrategias para mantener la motivación diaria hacia la práctica de actividad física, con el fin de lograr que ésta adquiera y mantenga unos hábitos de vida saludables.

P: En tu opinión, ¿qué cualidades debe tener un entrenador personal?
R:Un entrenador personal debe ser un motivador, organizado, responsable, metódico, empático y sobre todo un amante de las personas con un gran poder de comunicación y capacidad para transmitir energía, entusiasmo y vitalidad.

P: ¿Cuáles son los principales beneficios que aporta la práctica de actividad física regular?
R: A nivel físico mejora el funcionamiento de diferentes sistemas corporales: el sistema cardiovascular, locomotor, metabólico, endocrino y nervioso. También interviene en la mejora de enfermedades como el asma, la hipertensión, la osteoporosis, la diabetes mellitus tipo II y los problemas renales. La actividad física previene la enfermedad coronaria, la obesidad, las lesiones lumbares y hernias de disco y ayuda a reducir la probabilidad de padecer algunos tipos de cáncer. Por otro lado, está implicada en la regulación de diferentes funciones corporales (sueño, apetito, sexualidad).
A nivel mental o emocional tiene un efecto beneficioso sobre el estrés y mejora el estado de ánimo. La secreción de serotonina y endorfinas, conocidas como “hormonas de la felicidad”, tras la práctica de actividad física producen una sensación de vitalidad y bienestar que la hacen más atractiva.

P:  Tras las torrijas y los pestiños, llegan a los gimnasios muchas personas deseando perder la tripa. ¿Qué le aconsejarías a una persona que ha dado el primer paso y se ha inscrito en un gimnasio?
R:Es el paso más importante para las personas sedentarias que no han practicado actividad física. Establecer unos objetivos realistas es fundamental pues, según estadísticas y estudios, el 50% de las personas que se inscriben en un centro deportivo abandonan entre el primer y el tercer mes y nos vamos a un 68% si contabilizamos los seis primeros meses. Este abandono se debe a la creación de unas expectativas y el establecimiento de objetivos que no se cumplen porque sencillamente no son realistas y se necesita más tiempo y dedicación para llegar a ellos. Se pueden perder 20 kg de peso en un año realizando un programa de actividad física adecuado acompañado de una dieta equilibrada. En dos meses no se consigue. La clave está en “ajustar las expectativas” de cada persona.

P:¿Cuánto influyen la dieta y la alimentación en el entrenamiento y sus resultados?
R: Una dieta ajustada a las características físicas de la persona y a su estilo de vida es fundamental para asegurar un consumo calórico adecuado con el fin de conseguir los objetivos propuestos, los cuáles requieren de tres pilares fundamentales, nutrición, entrenamiento y descanso, todos muy importantes.

P: A nivel de competición, en el mundo del fútbol, un equipo como el Atlético de Madrid ha destacado y triunfado gracias especialmente a su preparación física. ¿Puede un entrenador personal convertir a un buen deportista en un deportista de éxito?
R:Bueno, el caso del Atlético de Madrid es muy particular. Bajo mi punto de vista, el proceso de “coaching” que el entrenador ha realizado sobre su equipo está marcando la diferencia y no tiene relación con la condición física sino con la motivación y la emoción. Un futbolista puede tener una condición física excelente pero si no está motivado para explotarla o “para correr” como diríamos en argot futbolístico, no le servirá de nada y se multiplicará cuando “ninguno de los once quiere correr”.
Los equipos de fútbol de élite requieren de una gran condición física pero la actitud, la motivación y la potencia emocional marcará la diferencia en la clasificación.

P: ¿Es la actitud y la mentalidad lo más importante para empezar a practicar ejercicio?
R: Totalmente. Toda persona que se inscribe en un gimnasio o decide empezar un programa de actividad física tiene unos objetivos fruto de su “motivación profunda”, que puede ser perder peso para poder jugar con sus nietos o mejorar el tono muscular de los brazos para poder lucir un vestido de tirantes, muy habitual en las chicas.

P:  ¿Hay obstáculos imposibles de salvar? ¿Puede una persona que jamás ha practicado actividad física obtener una condición física óptima?
R: Para responder a esta pregunta seré realista. Nunca es tarde para empezar un programa de actividad física y los logros van a ser directamente proporcionales al esfuerzo realizado. Conozco casos de personas que han comenzado a hacer ejercicio físico con 45 años y actualmente, pasados 2 años, están corriendo una media maratón de 21 kilómetros sin problema. Obviamente esto no se consigue por arte de magia, hay que entrenar para lograrlo.

P: ¿Qué le dirías a una persona que te está leyendo y que duda si empezar o no en el gimnasio?
R: Pues le diría que es muy importante dar el paso y empezar cuanto antes a practicar actividad física de forma regular, pues tarde o temprano lo va a tener que hacer si quiere disfrutar de buena calidad de vida y un proceso de envejecimiento saludable.
La diferencia entre un señor de 75 años que es capaz de terminar una carrera de 10 kilómetros y otro al que le cuesta coordinar ciertos movimientos e incluso caminar, es el entrenamiento entre otros factores.

P: ¿Qué objetivos son los más perseguidos por las personas que se inscriben en un gimnasio o contratan a un entrenador personal?
R: Pues son diversos. El más demandado es la pérdida de peso y cada vez cobran más importancia la reducción del dolor de espalda, recuperación y rehabilitación de lesiones o mejora del tono muscular. Puedo asegurar con certeza que con un asesoramiento profesional, se puede mejorar o incluso llegar a erradicar el dolor de espalda de una persona en dos o tres semanas, siempre y cuando sea por sobrecarga o falta de tono muscular de la región cervical, dorsal o lumbar. Si el dolor está asociado a una lesión vertebral, el proceso será más complejo.

P: ¿Puedes describirnos algún caso que te haya parecido especial en tu trabajo?
R: Pues recuerdo hace 9 años en concreto el caso de Patricia, una chica que se acercó al gimnasio por recomendación médica para consultar qué actividad podía realizar pues sufría unos dolores terribles a nivel dorsal y cervical que le impedían realizar su trabajo e incluso conciliar el sueño. Me pusieron en contacto con ella y tras varios meses de entrenamiento personalizado los dolores cesaron por completo. Es impresionante como se puede ver en los ojos de la otra persona la muestra de agradecimiento por haberle solucionado un problema que le estaba condicionando su vida. Sin duda, es lo más gratificante de mi profesión.

P: ¿Crees que la población está realmente concienciada de los beneficios que la práctica de actividad física tiene asociados?
R: El sector del fitness y la práctica de actividad física ha cambiado mucho en estos últimos 15 años que son los que tengo de relación con él. El número de practicantes de actividad física se ha multiplicado considerablemente y la “moda” de disciplinas como el “running” ha beneficiado la calidad de vida de la población en general, pero sigue existiendo un índice de sedentarismo muy elevado que es la causa de las principales enfermedades y lesiones. Es muy importante potenciar la sinergia entre profesionales de la actividad física y la medicina. En mi opinión, a todas las personas que pasan por una consulta médica, se les debe “recetar ejercicio”

P: ¿Qué tipo de ejercicio es el más adecuado?
R: Esta pregunta es muy relativa y nos lleva a resaltar la importancia de la personalización de los servicios a la hora de contratar un entrenador personal o elegir un centro deportivo. Cada persona tiene unos objetivos distintos y en base a ellos, se diseña el plan de entrenamiento y la periodización óptima, nunca al revés. Una persona con una hernia discal a nivel lumbar no realizará el mismo tipo de ejercicio que una que quiere perder 15 kilos o que un deportista de élite. No existe una estandarización. En algunos casos, se llevan a cabo sesiones de entrenamiento personal por parejas o grupos de tres o cuatro personas, verificando que tengan un nivel de condición física similar y si no es así, se deberá variar la intensidad y los ejercicios para cada miembro del grupo.

P:  ¿Cuántas horas de práctica de actividad física son recomendables a la semana?
R: Se recomienda un mínimo de una hora de práctica durante tres días a la semana pero volvemos a la pregunta anterior, las necesidades de cada persona son diferentes.

P: Y por último, ¿Qué criterios tendrías en cuenta para elegir un entrenador personal?
R: La formación, la experiencia y el carácter. El paso por la universidad es muy importante para ejercer la profesión así como la experiencia, que se va adquiriendo con el trabajo diario ambas sumadas al carácter y la personalidad del profesional, fundamentales para crear un vínculo emocional de calidad y mantener la motivación del cliente